Por: Princesita
Se
alegra mi corazón, por encontrarme en el tuyo.
Vivo
refugiada en ti, vivo en la grieta de tu costado.
Desde
allí el mundo se puede ver de manera distinta.
¿O serás
Tú quien mira y siente; y, yo, solo veo y siento a través tuyo?
Ahí
están todos horrorizados por lo que ven pero, Tú, no sufres
Más bien también nos contemplas con amor.
No
siento odio, por lo tanto, no sientes odio.
Solo brota amor de tu corazón roto.
Se
derrama sobre todos, amigos y verdugos.
Me
abriga tu calor, tu fuerza, tu amor.
¿Y esa
fuerza, de dónde procede?
Del Amor,
del perdón, seguramente.
No existe odio, solo amor encuentro.
Rostros
horrorizados me rodean
Pero el mío, que es el tuyo, está lleno de
serenidad.
Mi cuerpo está destruido pero no hay odio.
La venganza nunca hizo nido, no había lugar.
Todos
están ahí, mi madre, mis amigos, los que me amaron,
Los seres que me siguieron en mi misión,
Pero
faltan los que me traicionaron.
¿Dónde
quedaron los que me juraron amor hasta la muerte?
Se han
ido, huyeron, pero los amo.
Conozco
la debilidad humana,
La he
sentido, la he vivido.
¡Padre, perdónalos
porque no saben lo que hacen!
Sin
embargo, me pregunto ¿es que Tú también me has abandonado?
Mas, y a
pesar de que todo me es adverso, confió.
Padre
mío, en tus manos encomiendo mi Espíritu.
Tanto
dolor y tanto amor juntos no es posible
Pero así
es, desde la grita de tu costado.
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